Creatividad cíclica - Día 16
Elige tu medio de expresión
Si te gusta lo visual: prepara papeles, revistas viejas, tijeras, pegamento, pinturas o rotuladores.
Si prefieres el movimiento: pon música y deja que tu cuerpo baile sin coreografía, siguiendo solo lo que sientes.
Si conectas más con la palabra: escribe un poema, frases sueltas, un relato breve que muestre esas dos caras de ti.
Si te atraen los sonidos: canta, tararea o improvisa un ritmo con las palmas.
Representa tu luz y tu sombra
Divide tu creación en dos partes: una que exprese tu luz (colores claros, movimientos suaves, palabras de expansión) y otra que exprese tu sombra (colores intensos, gestos más fuertes, palabras más densas).
No te limites: deja que aparezcan formas, frases o movimientos inesperados. A veces lo que más nos sorprende es lo que más necesitamos ver.
Integra ambas energías
Une las dos partes en un mismo espacio: deja que los colores se mezclen, que el movimiento oscile entre suave y enérgico, que las palabras muestren contradicciones.
Permite que tu creación refleje que no hay guerra entre luz y sombra, sino diálogo y complementariedad.
Cierre ritual
Observa lo que has creado. Respira tres veces y repite en voz baja:✨ “Abrazo lo que soy en totalidad.”
Agradece a tu sombra por mostrarte tu fuerza y a tu luz por sostenerte en la claridad.
👉 Esta práctica no busca belleza ni perfección. Busca verdad. Permite que sea caótica, intensa, tierna o rara: lo importante es que sea tuya.



